martes, 19 de marzo de 2013

Conociendo un libro.

Siempre he sido de las personas que en referencia a la lectura y el mundo de la imaginación, necesito que algo me atrape. Ya saben, que en las primeras páginas no puedas dejar de leer, que te atrape al grado de a pesar de ser las tres de la mañana, pienses "un capítulo más". Tenía tiempo sin experimentar esa sensación y hambre de un libro, desde que leí Orgullo y Prejuicio de la escritora Jane Austen; y entonces una buena tarde mientras leía frases al azar en Tumblr  me encontré con una que sin duda se convirtió en un balde de agua fría directo.
“...Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa, hay horas en que me atormenta que me ames (cómo te gusta usar el verbo amar, con qué cursilería lo vas dejando caer sobre los platos y las sábanas y los autobuses), me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado, jamás Wright ni Le Corbusier van a hacer un puente sostenido de un solo lado, y no me mires con esos ojos de pájaro, para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero. Claro que te curarás, porque vivís en la salud, después de mí será cualquier otro, eso se cambia como los corpiños..."
Esas palabras me persiguieron por varios días. "Me atormenta tu amor que no me sirve de puente porque un puente no se sostiene de un solo lado". Era esa simple oración la que le daba sentido a mucho de lo que estaba viviendo en ese momento con mi ex-novio. La distancia entre otras cosas. Pasaron semanas y volvió a mi esa frase mientras vagaba por Tumblr de nuevo y un buen día fui a la biblioteca a buscar el lugar de donde provenía esa frase. Rayuela, de Julio Cortázar. Así fue como empezó mi aventura con un libro que me marcó la vida y los amores. Página tras página, conociendo a cada uno de sus personajes, aventurándome en las calles de París junto con La Maga y Horacio Oliveira, protagonistas de esta hermosa y peculiar historia, de las cuales quiero contarles un poco.




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