miércoles, 20 de marzo de 2013

No es un círculo, es una espiral.


"Rayuela no se cierra nunca, no es círculo, es espiral y cada vez que se lee un párrafo, ese párrafo es el mismo y sin embargo, ha cambiado….
Horacio es lo que nadie quisiera ser, es mucho mejor ser Traveler o Talita o la Maga pero Horacio…. desprendido de todo con sus llaves y sus libros y su forma de extrañar a una mujer que no pudo alcanzar cuando la tenía enfrente.

Transpiro Rayuela e intento recordar siempre que para llegar al cielo sólo hacen falta una piedrita y la punta de un zapato." Fernanda Bargaballo.
Mientras leía un poco de las reseñas de Rayuela me encontré con estas palabras, a pesar de que difiero con que nadie quisiera ser La Maga; es verdad, Rayuela no se cierra, no es círculo, es espiral. Puedo decir que un libro puede llegar a marcar una pauta, un antes y un después y mi admiración hacia Julio Cortázar es más que sincera y sin duda si alguien me pregunta qué libro recomiendo para leer, será Rayuela, siempre.
"La rayuela se juega con una piedrita que hay que empujar con la punta del zapato. Ingredientes: una acera, una piedrita, un zapato, y un bello dibujo con tiza, preferentemente de colores. En lo alto está el Cielo, abajo está la Tierra, es muy difícil llegar con la piedrita al Cielo, casi siempre se calcula mal y la piedra sale del dibujo. Poco a poco, sin embargo, se va adquiriendo la habilidad necesaria para salvar las diferentes casillas  y un día se aprende a salir de la Tierra y remontar la piedrita hasta el Cielo, hasta entrar en el Cielo, lo malo es que justamente a esa altura, cuando casi nadie ha aprendido a remontar la piedrita hasta el Cielo, se acaba de golpe la infancia y se cae en las novelas, en la angustia al divino cohete, en la especulación de otro Cielo al que también hay que aprender a llegar. Y porque se ha salido de la infancia se olvida que para llegar al Cielo se necesitan como ingredientes una piedrita y la punta de un zapato." 
CC. Twicsy

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